Soy profesor y no, no estoy de vacaciones

Hay una ola de calor en el Reino Unido, así que hoy estoy cómodamente pasando calor en mi casa, en Burgos. El taller de mañana en Birmingham lo han pasado de presencial a online. El taller dura dos días y mañana presento una idea en la que vengo trabajando desde hace varios años. En parte con Jan Bebbington, en parte con Nico García Torea. Accounting for Nature-Positive es el título del taller. Esto será tranquilo, nada comparado con el estrés (xD) del miércoles pasado, cuando moderé un panel de directivos de multinacionales sobre doble materialidad, en un evento (también por Zoom) organizado por Global Reporting Initiative y el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. ¡Se conectaron 600 personas! Entre medias, además de preparar esto, estoy tratando de retomar multitud de lecturas pendientes, tengo un par de evaluaciones de artículos con el plazo cumplido y unos magníficos coautores y estudiantes de doctorado que me piden que cumpla plazos. ¡Ah!, y un congreso en mitad de agosto. Esto sin contar con el tiempo que el errar de esta universidad ocupa en mi mente.

Así que no, no estoy de vacaciones. Y no quiero ser pedante, pero digo esto por el recurrente tema de conversación que encuentran mis vecinos, conocidos y hasta mis amigos de toda la vida, “bueno, ya habéis terminado los exámenes”. En román paladino, ya estás de vacaciones, jxxido, y hasta septiembre u octubre …

No me quejo de mi trabajo, no puedo. Además, ya tengo convencidos a mi familia y a mi peluquera. ¿Cómo explicar la investigación? ¿Qué sentido tiene lo que hacemos para los demás? Tengo muchas preguntas.

¿Por qué voy a votar al PSOE?

Me explico de forma resumida.

Siempre he votado a Izquierda Unida o, en función de la orientación política del momento y del voto útil, al PSOE. El mundo va cambiando y la política debe tener una orientación progresista y transformadora para afrontar los desafíos sociales y ecológicos. Las opciones conservadoras se sustentan en el miedo al cambio y la mitificación del pasado. Los mayores avances en España se han producido con gobiernos progresistas y no niego que,en algunos aspectos, los gobiernos del Partido Popular también han contribuido a esas políticas progresistas.

La novedad que se ha producido en 2019 es la irrupción de formaciones y planteamientos de extrema derecha desconocidos desde la transición. Ante el miedo a la pérdida de votos por su derecha, el Partido Popular ha hecho suyos planteamientos radicales inéditos en sus programas. Además, el partido que nació con la promesa de ocupar un espacio central, Ciudadanos, también se ha instalado en esa política frentista que impide la existencia de pactos transversales, como los existentes en países europeos que admiramos como Alemania.

El frentismo es también la seña de identidad de Podemos, formación que ha fagocitado Izquierda Unida y que, aunque propone medidas reformistas con algunas de las cuales no estoy en desacuerdo, ha desplegado un culto a la personalidad y unas prácticas políticas que a veces se tocan con la intolerancia y el totalitarismo de los grupos más a la derecha del espectro político. Pero, sobre todo, creo que la democracia es el diálogo y el pacto con los que piensan diferente.

Por eso necesitamos un gobierno que una, que tenga capacidad de dialogar con todas las formaciones políticas que cumplan la ley. Un presidente que no excluya del diálogo a ninguna formación política ni a su izquierda ni a su derecha. Un gobierno con sensibilidad social para salarios y pensiones decentes; que garantice la igualdad de oportunidades mediante la sanidad y la educación públicas; un gobierno comprometido con la igualdad de las mujeres y la protección de colectivos desfavorecidos. Políticas urgentes para la lucha contra el cambio climático y la protección del medio ambiente. Un gobierno que incluya personalidades prestigiosas, con proyección internacional y con capacidad para liderar los desafíos sociales y ecológicos del futuro. Un gobierno que tenga un ministerio de transición ecológica. Todo esto lo veo en el PSOE.

No pido el voto a nadie, no tengo ninguna responsabilidad en el PSOE. Pero no puedo decir que no gane nada con este voto: todos ganamos con la elección correcta.

Tampoco soy un iluso. Voy a votar Sánchez, pero mi voto lleva aparejada una petición, igual que a Zapatero:

– No nos falles.

Carlos Encinas en Burgos

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A principios de agosto de 1936 partía D. Carlos Encinas González, médico titular de Cala, republicano, culto, progresista amigo de poetas, inquieto por las luces, el pan y la salud de mi pueblo. Salió como tantos otros con los que compartía tribulaciones y militancia democrática, perdió la guerra y fue a encontrar el asilo en México de D. Lázaro Cárdenas. Allí rehízo brillantemente su vida y nació su hijo, D. Carlos Encinas Ferrer (a la izquierda de la foto), con quien tuve la fortuna de contactar hace unos años, aunque no conocía personalmente.

Ha sido para mí un honor poder encontrar en Burgos a Carlos (profesor de Economía de la UNAM y del Tecnológico de Monterrey que lleva enseñando economía desde antes de que yo naciese). Carlos vino a Burgos acompañado de su esposa Yolanda (también en la foto) para impartir una, en opinión unánime de todos los asistentes, excelente conferencia en la Universidad de Burgos.

Aparte de por la conferencia en sí, la visita de Carlos Encinas me ha tocado, no solo por el aprecio de Carlos, sino por permitirme asomarme a esa generación que tanto admiro y a esa otra España posible que perdimos en la Guerra Civil.

Por cierto, muchas gracias, Carlos, por el ejemplar del libro que has escrito sobre tu padre, titulado “Encinas. El Pintor en el Exilio”, y en el que has recopilado parte de esa otra faceta de esa persona excepcional que fue tu padre.

Mi admiración.

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El libro en Amazon: https://www.amazon.com/Encinas-El-pintor-Exilo-Spanish/dp/1506516467

 

 

 

Vergüenza ajena

No tengo que insistir demasiado en las cualidades literarias de Muñoz Molina. Ça va de soi. Soy admirador suyo. Y quizás por eso sea que me producen vergüenza ajena sus  petulantes análisis políticos o filosóficos. En su columna de Babelia se atrevía no hace mucho a cuestionar algunas tesis de Hannah Arendt y a ponderar la importancia de otras. No necesitó más de 10 líneas. Con todo mi respeto, por favor, pediría al Sr. Muñoz Molina que nos obsequie con un relato, que utilice más la ironía y menos la pedantería.

Un libro reciente de Ignacio Sánchez, “La Desfachatez Intelectual” ajusta las cuentas con los Muñoz Molina, Vargas Llosa, Sabater, etc. Bienvenido, pero no sé si tendré la paciencia de leer todas las ocurrencias que vierten para llenar sus columnas semanales.

Currículum de los candidatos a las primarias del PSOE

Dado que los tres candidatos a las primarias del PSOE aluden a su condición de profesores universitarios y que aspiran a un puesto tan importante, voy a valorar la excelencia de su labor universitaria.

 

Eduardo Madina

El Sr. Madina menciona en su currículum que es profesor de Universidad, algo que demostraría que desarrolla una actividad profesional fuera de la política. Sin embargo, esta conclusión resultaría errónea porque el Sr. Madina es “profesor asociado”. Las universidades tienen la posibilidad de contratar profesores asociados de entre personas que desarrollan otra actividad profesional, siendo su dedicación universitaria en esta figura de carácter parcial y complementario a su actividad principal. De la lectura de su currículum se deduce que su actividad profesional principal ha sido y continúa siendo la política. Hay que concluir que el Sr. Madina tiene poca experiencia profesional fuera de la política, ni mediocre ni excelente.

 

Pedro Sánchez Pérez-Castejón

El Sr. Sánchez también indica en lugar destacado que es profesor asociado de economía, pero debemos hacer las mismas precisiones que hemos hecho con el Sr. Madina.

También alude el Sr. Sánchez a su condición de doctor en economía por la Universidad Camilo José Cela. Dado el puesto al que opta, también es razonable exigir cierto nivel de excelencia académica en su tesis doctoral. Para evaluar la calidad de su investigación doctoral disponemos de varias herramientas habituales en el ámbito académico. Primero, la calidad del programa de doctorado. Sin embargo, la Universidad Camilo José Cela no destaca por la calidad de su investigación en economía. Ni siquiera aparece en el ranking de universidades españolas de esta disciplina (http://dicits.ugr.es/rankinguniversidades/?page_id=53). Segundo, el impacto de la investigación que ha realizado el Sr. Sánchez. Un examen de Google Académico revela que tan solo tiene dos publicaciones nacionales y que ninguna de estas ha recibido una sola cita. Es decir, sus trabajos no han sido considerados en absoluto por otros investigadores. Tercero, a veces las investigaciones tardan en tener impacto y, para ello, los académicos nos fijamos en la calidad del lugar (revista o editorial) donde se publica. En el caso del Sr. Sánchez se menciona que ha publicado su tesis doctoral en Delta Publicaciones, editorial que no es muy reconocida en el ámbito académico, sino más bien lo contrario (http://epuc.cchs.csic.es/SPI/grafico1.html).

De todo ello podemos concluir que el Sr. Sánchez es profesor universitario de forma circunstancial y que la calidad de sus investigaciones económicas no está ni mucho menos a la altura de sus aspiraciones políticas.

 

José Antonio Pérez Tapias

El Sr. Pérez es catedrático y decano de la Facultad de Filosofía de la Universidad de Granada. En este caso sí que estamos ante alguien que ha desarrollado su actividad profesional a título principal en la universidad. Conseguir la cátedra de filosofía en una universidad tan prestigiosa como la de Granada tiene indudablemente un gran mérito. El Sr. Pérez ha publicado varios libros en la editorial Trotta, referencia en su ámbito de estudios.

Con todo, considerando la responsabilidad a la que el Sr. Pérez opta, su currículum muestra ciertas carencias. Ha desarrollado toda su labor académica en la Universidad de Granada. Asimismo, no parece que haya realizado ninguna estancia de investigación en universidades alemanas o anglosajonas, como parecería deseable para un catedrático de filosofía. También sorprende la falta de internacionalización de sus publicaciones.

A mi juicio, el Sr. Pérez ha desarrollado una destacada actividad profesional a tiempo completo fuera de la política, pero no al nivel de excelencia exigible para las responsabilidades a las que aspira.

 

En resumen, ni el Sr. Madina ni el Sr. Sánchez tienen méritos profesionales en el ámbito universitario que sean comparables (ni de lejos) con la importancia del puesto al que aspiran. La utilización de estos méritos universitarios resultaría absurda. En el caso del Sr. Pérez, su actividad universitaria es relevante, aunque a mi juicio tampoco está a la altura.

Votemos mañana!

Hay cosas, como un lápiz, que cuando las usamos se desgastan. Hay otras en cambio que cuanto más las utilizamos más se fortalecen. Una de ellas es la democracia. Expresar nuestras opiniones, hacer valer nuestros derechos y votar hacen que la democracia sea cada vez mejor.

Muchos pensamos que la democracia está un poco enferma. Es cierto. Un ejemplo es como se dicta la política europea desde instancias gobernadas por un puñado de tecnócratas que no rinden cuentas al Parlamento Europeo. Esto es en parte así porque el Parlamento Europeo no tiene la fuerza que le daría un voto masivo de los ciudadanos. Los eurocrátas miran con desprecio a un parlamento elegido por un 40% de los electores.

Hay muchos que parecen estar interesados en que las cosas sigan así. Que no se vote mucho.

Demos poder al Parlamento Europeo. Votemos mañana. Hay mucho donde elegir.

Bajada de salarios del 10%

El FMI y la Comisión Europea han propuesto rebajar los salarios un 10% en España.

La propuesta de rebajar los salarios viene de quien ha ocasionado debacles económicas en Latinoamérica, Asia y Grecia, el FMI. Lo peor de todo es el pretendido rigor científico y cómo se escapan por la tangente acientífica los proponentes con argumentos que no tienen nada que ver con su propio método económico. Un ejemplo bochornoso es cuando dicen que para que esa rebaja tenga efectos en el empleo “los trabajadores aceptarían [así en condicional] una rebaja de sueldo del 10% en dos años a cambio de que las empresas se comprometieran a crear empleo de forma significativa” (El País, 7 de agosto de 2013). Bien saben estos economistas que la oferta de puestos de trabajo no responde inmediatamente a los costes laborales, no por bajar los salarios se va a contratar más. El trabajo es un factor productivo importante, pero uno más. Por ejemplo, ¿van los colegios a contratar a más profesores si sus salarios son más bajos? No. Se reducirá, eso sí, el déficit y pasarán otras cosas a las que me refiero a continuación. ¿Contratará a más gente Iberdrola si los costes laborales son más bajos? No. ¿Contratará Prosegur a más gente si los costes laborales son más bajos? ¿Pondrá dos vigilantes en un polígono industrial en lugar de uno? No, claro que no. Por eso recurren a esta explicación adicional basada en la buena voluntad de trabajadores y empresarios. Estos economistas que sólo creen en el propio interés.

La realidad es que se contrata más cuando hay demanda de los productos y servicios de las empresas. Y esto es precisamente lo contrario de lo que ocurriría si se produce una devaluación del país. Cuando disminuye la renta del trabajo se consume menos. Y hay un segundo efecto pernicioso: si las rentas del trabajo (y de forma indirecta las rentas del gobierno) descienden, como el volumen de deuda sigue exactamente igual (no se devalúa), el problema de la deuda aumenta, cuesta mucho más devolverla porque entre todos generamos menos riqueza con la que devolverla.

Hay un último argumento. Nuestros productos y servicios son más competitivos a nivel internacional. Hay que recordar, primero, que a pesar de que la economía de España es muy abierta, todavía la parte más importante sigue siendo la demanda interna. Así, mientras que en los últimos tiempos hemos visto como las exportaciones han superado a las importaciones, las tasas de paro han seguido escalando a niveles históricos. Es decir, parece que las exportaciones no han servido para generar empleo.

¿Por qué entonces la propuesta de bajar salarios? Mi opinión es que por algo tan acientífico como el prejuicio. Un prejuicio anti-mediterráneo. Algo de razón tienen los que piensan que aquí hay bastante corrupción, etc. Pero señores, lúchese contra la corrupción, no contra la honrada trabajadora que con suerte se lleva a casa 1.000 euros. Deprecien los bancos españoles y sus directivos a los que hemos tenido que rescatar entre todos. El otro día el FROB dijo que una parte importante delos 40.000 millones de euros que hemos puesto no los vamos a recuperar. Por supuesto que lo sabíamos todos. ¿O es que la Comisión Europea y el FMI no lo sabían?

Un prejuicio de hijo de tendero –mil escusas a todos los hijos de tenderos, pero es que Milton Friedman y Margaret Thatcher  eran hijos de tenderos y nunca desaprovecharon una buena crisis para erosionar los derechos de los trabajadores.

Afortunadamente parece que hay más cordura en los partidos y agentes sociales españoles que en la Comisión Europea. O quizás, una teoría alternativa. Es un salvavidas al gobierno del PP. Se propone algo mucho más descabellado de lo que viene haciendo para que la población acepte como un mal menor la política del PP. Esta política que ha conseguido que esa devaluación del 10% ya se haya producido en España, en comparación con los países de nuestro entorno  (ver noticia). Y la política de facilidad de despido y restricción de la negociación colectiva va a tener efectos duraderos. Y gracias a Jesús Gonzalo he visto este interesante gráfico: a menor afiliación a sindicatos, el 10% más rico se lleva una mayor parte del pastel.

Tengo la terrible sensación de que me están tomando el pelo.

http://www.epi.org/m/?src=http%3A%2F%2Fwww.epi.org%2Ffiles%2F2012%2Fsnapshot-unionmembership.png&w=608

Perder una Ramón y Cajal

Hoy leemos con estupor que la Universidad de Burgos ha rechazado contratar a Patricia García, una excelente investigadora de química orgánica que había conseguido un contrato Ramón y Cajal. Debido a la negativa de la Universidad de Burgos Patricia ha sido rápidamente contratada por la Universidad de Alcalá de Henares. ¿Por qué la Universidad de Alcalá de Henares la ha contratado con tanta premura? ¿Por qué no la ha contratado la Universidad de Burgos?

La Universidad de Alcalá la ha contratado porque una investigadora que logre un contrato Ramón y Cajal tiene un nivel científico internacional que sólo va a producir beneficios a la institución: capacidad de generar ciencia, formar parte del movimiento intelectual del mundo y disponer de una excelente docente. Y el coste es muy pequeño porque el Ministerio de Economía y Competitividad cubre más  del 80% del coste laboral del científico durante 8 años. Además, la Universidad de Alcalá ha contratado a Patricia García porque contratar una Ramón y Cajal significa tener la capacidad de atraer a los mejores y poder así sumar uno más a los 25 que ya ha contratado desde 2003. La Universidad Complutense ha conseguido contratar a 149 ramones y cajales desde esa misma fecha. Y todo casi gratis.

Si son tan evidentes las razones de la Universidad de Alcalá, la pregunta es por qué no la ha contratado la Universidad de Burgos. Descartemos el argumento del 20% del coste laboral por grotesco. Las autoridades académicas de la Universidad manejan otros argumentos que es necesario analizar: el área de química orgánica ya ha tenido dos ramones y cajales, no tiene docencia suficiente para estos profesores y es necesario potenciar la investigación en toda la universidad. El argumento de la docencia es caduco porque la excelencia del conocimiento generado en química orgánica debiera traducirse en mayor docencia a los alumnos, como ocurre en las mejores universidades, en lugar de tomar los planes de estudio como algo inamovible.

¿Será entonces una cuestión estratégica? ¿Va la Universidad a dejar de contratar a Patricia García para contratar otros ramones y cajales y potenciar así la investigación en otras áreas? No. Ella es la única Ramón y Cajal que está interesada en venir porque sólo su grupo de investigación ha tenido capacidad de atraer a la Universidad de Burgos a una investigadora de este nivel de excelencia. De ese modo, la Universidad de Burgos no conseguirá sumar ninguno a los 5 ramones y cajales que ha contratado desde 2003. Esto es desde mi punto de vista un error estratégico básico. Una universidad grande como la Complutense, con muchos grupos de investigación consolidados, puede permitirse potenciar la investigación en todas sus áreas. La Universidad de Burgos sólo puede tener éxito si concentra sus más limitados recursos en algunas áreas que sean competitivas. Y conste que esto podría perjudicarme personalmente, pero creo que hay que tener miras más amplias.

Y así llegamos al argumento que considero fundamental. El área de química orgánica ya ha tenido dos ramones y cajales. Con esto supongo que se quiere decir que los profesores de esta área son insolidarios y abusones.  El paso siguiente sospecho que debe ser admitir que estos profesores se han extralimitado en su nivel de excelencia, dado el nivel general de la Universidad de Burgos. No voy a rebatir estos argumentos. Prefiero recomendar la lectura de alguna biografía de Marie Curie o la excelente biografía de Juan Negrín escrita por Moradiellos. Es más sano. También quiero en este punto acudir a la personalidad que da nombre a estas becas, Don Santiago Ramón y Cajal, el único español Premio Nobel en campos científicos junto a Severo Ochoa, discípulo del alumno de Ramón y Cajal, Juan Negrín. Don Santiago presidió la Junta de Ampliación de Estudios, institución que funcionó desde comienzos del siglo XX hasta la Guerra Civil, creando centros de investigación y becando (pensionando en el lenguaje de la época) a investigadores para realizar estancias en centros de investigación extranjeros. Personalidades como Juan Negrín, Severo Ochoa y Francisco Grande Covián fueron fruto de la Junta y han servido de inspiración para la creación de los actuales contratos Ramón y Cajal.

Don Santiago Ramón y Cajal tendría palabras mucho más duras que las mías para concluir esta entrada en el blog.

Interesantes reflexiones sobre el desempleo juvenil

La cifra de más de un 50% de paro juvenil es insoportable y debería provocar más reflexión y más praxis. El estado de cosas va a conseguir frustrar a una generación y todos vamos a pagar las consecuencias durante décadas. Como buen académico, en sus reflexiones el profesor García Montalvo (var artículo en El País) desmonta algunos lugares comunes y propone temas interesantes para el debate.

Desde el punto de vista de la universidad, propone el articulista que debemos dejarnos de chovinismos y de protección del status quo y debemos mejorar la formación y la investigación. Sin duda sería una contribución.

Requiescat in pace Caja de Burgos

Escribo estas líneas tras volver de la asamblea general de la Caja de Ahorros Municipal de Burgos, entidad que no existe desde esta tarde pues se ha transformado en una fundación privada que estará a partir de hoy en manos de 17 personas … y ya está.

Naturalmente he votado en contra. Explico mis razones, igual que hice en la asamblea, aunque de poco sirvió.

La ley obliga a Caja de Burgos a transformarse en una fundación de carácter especial. El consejo de administración llevó a la asamblea en un único punto del orden del día la votación simultánea del balance de transformación, estatutos de la fundación, fondo dotacional y patronato de la nueva fundación. Sólo el desacuerdo con uno de estos puntos hubiera debido llevarnos a rechazar todos ellos. Pero voy a explicar por qué defendí y recomendé rechazar todos y cada uno de ellos.

Primero, el balance de transformación. Esta tarde hemos ido a la asamblea a liquidar la Caja de Ahorros Municipal de Burgos, una entidad con más de 80 años de existencia que ha visto reducir su patrimonio neto de más de 1.000 a menos de 200 millones de euros por una gestión nefasta (ver otra entrada en este blog: https://carloslarrinaga.wordpress.com/2012/12/01/caso-caja-de-burgos/). He ido a la asamblea en representación de una sociedad en serios apuros económicos por lo que creo que tenía que ser especialmente exigente de cara a la creación de la nueva fundación. Y se nos ha propuesto aprobar un balance de transformación que no gusta a los auditores. No es de recibo que la transformación de Caja de Burgos en fundación se haga con un informe de los auditores que plantea una salvedad de 58 millones de euros. Y ha apelado en la asamblea a nuestra responsabilidad para que no se aprobase la disolución de Caja de Burgos con un balance irregular.

En segundo lugar, se nos han propuesto unos estatutos para la fundación que dan total libertad de acción a 17 personas, sin previsión de ningún mecanismo de control y rendición de cuentas ante la sociedad, al desaparecer la asamblea y, más grave aún, la supervisión del Banco de España o el control de los auditores de cuentas, que queda como algo potestativo. Además, la ambigüedad del su articulado permite que la renovación del patronato esté siempre en manos de los patronos actuales, sin mediar proceso democrático alguno. Tienen además los estatutos una curiosa sección, que es la relativa al director general, cuya posición parece que se pretende blindar con su inclusión en los estatutos, cuando tal vez su papel no sea ya tan relevante en la fundación. En la asamblea también se ha mencionado que el Sr. Barbero, actual director general, tiene unos emolumentos de 12.000 euros al mes.

Finalmente, se nos ha propuesto nombrar transitoriamente como patronos a los 17 miembros del actual consejo de administración. Pero es sorprendente que este periodo transitorio se extienda más allá de 5 años. Esto es un insulto a la inteligencia. El propio proyecto de estatutos requiere además que estos patronos tengan “honorabilidad, profesionalidad, preparación técnica y experiencia acordes con el ejercicio de las funciones propias del patronato”. Y se nos ha ofrecido un listado de nombres sin criterio alguno ni mayor explicación a fin de poder valorar su honorabilidad, profesionalidad, preparación, etc. Algunos indicios tenemos, más bien en sentido negativo. Hay personas que eran miembros del consejo de administración cuyas decisiones llevaron a la ruina a esta entidad y la profesionalidad debería haberles llevado a dimitir. O quizás no eran conscientes de las decisiones que entonces tomaron porque les faltaba preparación técnica.

En definitiva, creo que cualquiera de estas razones bastaría por sí sola para votar contra la propuesta y así lo hice. Pero la mayoría no lo ha entendido así, aunque de verdad que no entiendo su razonamiento (porque no ha existido) y la propuesta ha obtenido 67 votos (5 más de los necesarios) y hemos dejado los restos de Caja de Burgos para que 17 personas hagan con ellos lo que les dicte su real voluntad.

La única buena noticia es que ya no me tendré que preocupar más de Caja de Burgos.